Entrañables lectores:
Me he levantado con ganas de atizar a ateos infundados, agnósticos de sacarina y a la religión en general. Todo un reto para un individuo ignorante en demasiadas materias como es aquí el servidor Patrick Bateman.
La imagen arriba mostrada es (y copio de wikipedia, soy así de chulo):
"La Nebulosa de la Hélice, Nebulosa Helix o NGC 7293 , y en ocasiones llamada El ojo de Dios es una nebulosa planetaria en la constelación deAcuario a unos 680 años luz de distancia. Es una de las nebulosas planetarias más próximas a la Tierra y fue descubierta por Karl Ludwig Harding antes de1824."
Pues bien, me resulta hilarante el nombre El ojo de Dios. Realmente, no se si se le ocurriría a algún científico chistoso que quiso poner a prueba la credulidad de los propiamente llamados creyentes, pero me parece un nombre original y con mucha mala fe (estoy en pleno apogeo cómico). ¿Acaso no es objeto de mofa la ubicación exacta al fin, de una parte anatómica del omnisciente? me pregunto... ¿Dónde queda su otro ojo?... ¿Es tuerto?... ¿Y su gran falo Todopoderoso?... Si algún feligrés quiere, puede conectar con su deidad por correo electrónico, estas son sus coordenadas:
Datos de observación: Época J2000.0 | |
---|---|
Ascensión recta | 22h 29m 38.55s |
Declinación | -20° 50′ 13.6" |
Distancia | 680 al aprox |
Magnitud aparente (V) | 13,5 |
Tamaño aparente (V) | 25 minutos de arco |
Constelación | Aquarius |
Eso si... tendrá que esperar la respuesta unos 680 años luz... algo insignificante para un tipo arrogante que se preocupa por cada gorrión muerto en cada uno de los posibles planetas de entre los miles de millones de soles que se encuentran en una galaxia, siendo una galaxia una pobre mota de polvo entre otras tantas miles de millones más. Entendedlo como podáis.
Bien, al grano. Pienso que si un antiguo profano (hablo por ejemplo de un hebreo malhumorado por la continua extorsión del faraón de turno) en la materia cósmica se encontrara con un objeto semejante en la bóveda celeste, es lógico pensar que por su semejanza a un ojo enorme atribuyera dicho descubrimiento a un ser que se escapa a toda comprensión humana. Al fin y al cabo, los humanos tenemos esa extraña y peligrosa predisposición a creer que ciertas cosas... suceden por algún propósito en el cual, nos situamos sobre TODO ignorando la indiferencia que debe sentir la naturaleza hacia nosotros. Nos cuesta aceptar que hay cosas que simplemente son así manteniendonos al margen de ello... Nos puede el antropocentrismo.
Otro ejemplo ilustrativo para mi asombro de cómo se pueden ver las cosas desde diferentes puntos de vista viene dado de la mano de Philip K. Dick en su novela "La invasión divina". Pero me temo que no será hoy el día que escriba sobre ello. Hasta una próxima entrega tendréis que esperar almas cándidas. ¿El porqué? ya lo he respondido unas líneas más arriba, simplemente no hay un porqué. No me apetece.
Patrick Bateman os desea un frío jueves punzante.
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